La psoriasis es una enfermedad crónica de la piel de etiología desconocida que produce lesiones escamosas, abultadas y con inflamación. Aproximadamente un 2% de la población está afectada y un tercio de estos pacientes tienen antecedentes familiares, aunque se atribuye a otros factores desencadenantes no bien definidos, éstos pueden ser factores ambientales, emocionales, estrés, diferentes estados hormonales, procesos infecciosos…
El paciente con psoriasis requiere un seguimiento y un apoyo continuo por parte de los facultativos y todos los profesionales sanitarios que le rodean en todo el proceso de su tratamiento.
Asimismo, la prevalencia de la dermatitis atópica (DA), enfermedad afecta aproximadamente al 18% de la población infantil, pero en aumento en los últimos años, con una marcada predisposición genética. De incidencia similar en ambos sexos, existen diferencias étnicas y geográficas muy significativas que sugieren la participación de factores ambientales en la aparición de la enfermedad. Para entender la fisiopatología de la DA debe tenerse en cuenta simultáneamente las anomalías genéticas, la debilidad de la barrera cutánea, la alteración del sistema inmune y la susceptibilidad a sufrir sobre infecciones microbianas de los individuos afectados.
En ambas situaciones el impacto emocional a pacientes y cuidadores es importante y relevante de cara un buen control de la patología, conseguir el cumplimiento terapéutico y una buena calidad de vida.
Este curso es necesario para tener unos conocimientos amplios sobre la farmacología existente y la innovación en los fármacos biológicos, los factores psicológicos y los hábitos e higiene a seguir para el cuidado de la piel y conseguir un buen seguimiento del paciente.