Una proporción significativa de la población española presenta dislipemias, lo que subraya la importancia de la detección y el tratamiento adecuados para reducir el riesgo cardiovascular.
A pesar de que en los últimos años se ha avanzado en el control de los factores de riesgo vascular, los datos muestran que solo un porcentaje bajo de los pacientes logra alcanzar las concentraciones definidas de colesterol asociado a lipoproteínas de baja densidad.
Recientemente, han surgido nuevas estrategias terapéuticos en el campo de los fármacos hipolipemiantes que pueden ayudar a alcanzar los objetivos terapéuticos recomendados por las guías de práctica clínica y, por lo tanto, reducir la incidencia de eventos vasculares adversos.