La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha informado que la prevalencia de los trastornos mentales sigue aumentando en todo el mundo, destacando que 1 de cada 4 familias tiene por lo menos un miembro afectado por un trastorno mental.
Artículo de Laura Reyes publicado en Mi Farmacéutico
La reducción de la esperanza de vida en algunos de estos trastornos se ha establecido hasta en 20 años. Como consecuencia de su elevada prevalencia, de su significativa interferencia en la vida de las personas que los padecen y de los costes asociados, constituyen un importante problema de salud pública en el mundo occidental.
Se ha puesto de manifiesto que en algunos trastornos mentales se produce un infradiagnóstico o un retraso significativo de este diagnóstico que puede tener consecuencias graves para la salud de estos pacientes. Los problemas de salud mental son a menudo escasamente conocidos por la sociedad, y sobre ellos se proyectan mitos ancestrales y prejuicios que generan actitudes de rechazo, aislamiento y discriminación. Este fenómeno se conoce como estigma. Hay una larga historia de estigmatización de las personas con trastornos mentales y de sus familias en países tanto con elevados como bajos ingresos. Además, es frecuente el autoestigma, que se produce cuando las personas que tienen un trastorno mental, asimilan los estereotipos que se les atribuyen socialmente, los asumen como propios y se los autoatribuyen. Las investigaciones sugieren que el estigma social incrementa el autoestigma, reduciendo las probabilidades de búsqueda de ayuda y el incremento del aislamiento y abandono del tratamiento. Una de las medidas más importantes para combatir el estigma de las personas con trastornos mentales se refiere a sus propias interacciones con los profesionales y los servicios de salud.
¿QUÉ PODEMOS HACER DESDE LA OFICINA DE FARMACIA?
Como profesionales sanitarios insertos en el medio comunitario, el farmacéutico en la oficina de farmacia tiene una posición de intervención privilegiada con los pacientes. La proximidad al domicilio, la amplia perspectiva acerca del núcleo familiar y del tejido social extenso, la continuidad a lo largo del tiempo, brindan una oportunidad única para establecer una alianza terapéutica con el paciente, pilar fundamental en cualquier labor asistencial. Esta cercanía puede contribuir en la prevención y detección precoz de los síntomas prodrómicos de estas patologías y de las recaídas. Así mismo, puede apoyar la monitorización de la evolución clínica, la mejora de la adherencia, la promoción de hábitos de vida saludables, y facilitar la comprensión y el manejo del trastorno tanto por parte del paciente como de su familia.
Como referente social, el farmacéutico puede influir significativamente en desmontar estereotipos que sostienen el estigma ya que en muchas ocasiones son los primeros (en ocasiones los únicos) profesionales de la salud que contactan con el paciente y pueden mejorar el acceso y la interacción con los profesionales sanitarios y los servicios de salud.
Para poder ejercer este potente poder terapéutico y asistencial, es importante que el farmacéutico revise sus propios prejuicios acerca de los trastornos mentales, así como las barreras emocionales que pudieran derivarse de los mismos y que interfieran en su labor. La formación específica acerca de los problemas de salud mental es una manera de cambiar nuestra mirada sobre ello.
En Ágora Sanitaria próximamente dará comienzo la 3ª edición del curso online “Pacientes con trastornos afectivos y psicóticos: guía de actuación para la oficina de farmacia” y estará patrocinado por Neuraxpharm. Este curso pretende ampliar el conocimiento del farmacéutico sobre tres de los principales problemas de salud mental (Depresión, Trastorno Bipolar y Esquizofrenia), así como mejorar la comprensión de la vivencia de las personas afectadas. Como punto fuerte, destacar, los recursos al paciente y la guía práctica para el farmacéutico que ofrece el curso como apoyo a la puesta en práctica desde la oficina de farmacia.
RECUADROS
El farmacéutico en la oficina de farmacia tiene una posición de intervención privilegiada con los pacientes.
La formación específica acerca de los problemas de salud mental es una manera de cambiar nuestra mirada sobre ello.